Marca Aquiles Torres

Marca Aquiles Torres
Marca del blog

miércoles, 24 de mayo de 2017

El Personaje



Fotografía de una bella aldaba o "llamador" de puerta de bronce, realizada por Aquiles Torres en el pueblo de Ciudad Rodrigo.


Este sencillo poema está dedicado a todos los que han sufrido humillaciones cometidas por los soberbios que han sido, son y serán.
Aquellos que por tener una migaja de poder y de dinero, se creen dueños de las voluntades y hasta de las vidas de los demás.




El Personaje


"El Personaje está reunido, 
no puede recibirle ahora.
El Personaje tiene su agenda llena, 

no puede entrevistarse con usted.
El Personaje agradece su invitación,

pero no tiene tiempo para asistir a su sarao.
El Personaje no puede ponerse al teléfono;
está en una reunión.
Y después estará en muchas otras".

Pero un buen día tocaron a la puerta,
y sin que a la secretaria le diera tiempo

de decir "esta boca es mía",
una bella dama ataviada de negro ingresó en la estancia,
y sin dificultad 
penetró en el búnker del hombre importante.

Pese a que éste no la conocía 
ni la cita estaba señalada en su agenda, 
apenas la vio supo de inmediato de quién se trataba.
Y a pesar de que lo intentó hasta la desesperación,
comprendió que no podría eludir el encuentro.

Con los ojos desorbitados por el terror
se arrinconó y se hincó en el ángulo de dos paredes.
Cuando la desconocida se le acercó más,

sintió que hasta el miedo lo abandonaba.
Entonces la sonriente mujer lo abrazó tiernamente,

lo acunó entre sus brazos,
y se lo llevó hacia su territorio
para liberarlo de tanto trabajo y de tanta ocupación.

Unos segundos más tarde,

cuando la secretaria jadeante 
entró a ver qué sucedía con la impertinente visita,
encontró al Personaje como dormido.
Estaban sus músculos, pero no su fuerza.
Estaba su cuerpo, pero no su insolencia.
A continuación una suave voz le susurró que su jefe 

se había marchado a una reunión 
que no acabaría nunca, 
que no acabaría nunca, 
que no acabaría nunca.

lunes, 8 de mayo de 2017

La caja de Pandora


Fotografía realizada por Aquiles Torres

Pienso que hay pocas cosas tan íntimas como un poema.
Es como desnudar nuestro interior en público.
Es como gritar en el silencio de una iglesia.
Es como aullar en el centro del desierto.
Es como mirarse a los ojos en medio de una multitud.

Para que no se queden perdidos por ahí en escritos en algunos cuadernos míos, he decidido comenzar a publicar algunos de los pocos poemas que he escrito en este blog en el que suelo contar "cosas mías" y que, originalmente, quería llamar "Lo he vivido, lo he soñado".

Esta composición que he titulado "La caja de Pandora", la escribí hace ya tiempo, el viernes 5 de agosto de 2016.

La imagen que la acompaña es una parte pequeña de una fotografía de frutas que hice hace algunos años en Barcelona, en el "Mercado de San José", que está junto al famoso paseo llamado "La Ramblas", pero que popularmente todos llaman "Mercado de La Boquería". 




La caja de Pandora.

Quiero que tu lengua tibia
venga de nuevo a abrir mi Caja de Pandora.
Quiero que me toques como sólo tú sabes hacerlo.
Quiero que llenes mi boca de bocanadas de ansias.
Quiero que me hagas retorcerme desenfrenadamente.
Quiero que me acaricies hasta volverme loca de afán.
Quiero que me provoques gemidos hasta quedar ronca de dicha.
Quiero que me satures de ardor incontrolable.
Quiero que me dejes ciega de pasión.
Quiero que te metas en todos los poros de mi cuerpo.
Quiero que me lleves hasta el último rincón del infinito montada entre tus piernas.
Quiero que me hagas flamear al viento del deleite hasta quedar llorando de felicidad en la tierra del placer.